strong {
font-weight: bold;
}
La sexualidad humana no tiene límites claros, al igual que los controles sobre la inversión extranjera. Las autoridades de Estados Unidos han considerado a Grindr, la aplicación de citas para personas homosexuales, como un riesgo para la seguridad debido a que pertenece al grupo chino de juegos de azar Beijing Kunlun Tech, el cual está considerando venderla. Las consecuencias futuras no son claras, pero es probable que los problemas de Grindr aumenten las tensiones entre Washington y Pekín.
La adquisición de la no cotizada Grindr por parte de Kunlun en dos etapas, en 2016 y 2018, fue inusual en varios aspectos. Por un lado, China no reconoce legalmente las relaciones entre personas del mismo sexo y prohíbe el contenido explícito en internet. En una ocasión, el presidente de Grindr, Scott Chen, escribió en Facebook que creía que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Sin embargo, la operación no generó preocupación por razones de monopolio. En ese momento, las empresas no tenían que solicitar la aprobación previa del Comité de Inversión Extranjera de Estados Unidos, aunque corrían el riesgo de que más adelante se revocara la operación, como sucedió con el comprador de los parques eólicos Ralls en 2012.
No es sorprendente que Grindr pueda ser considerada un potencial riesgo de seguridad, especialmente ahora que el Comité tiene un mandato más claro para supervisar el uso de datos. Cualquier aplicación en la que los usuarios intercambien mensajes, imágenes o incluso información sobre su estado de VIH, tiene el potencial, en manos equivocadas, de convertirse en una herramienta de chantaje. Grindr, al igual que Scruff y Tinder de Match, cuenta con sistemas para proteger los datos. Sin embargo, la propiedad china es algo que no se puede ignorar. El propio gobierno de Pekín prohíbe la propiedad extranjera directa de las empresas de internet y tiene planes de utilizar los datos de la red para calificar a sus ciudadanos.
El Comité no tiene la obligación de tratar a otras redes sociales chinas de la misma manera. Por ejemplo, la aplicación de karaoke TikTok, propiedad de ByteDance (respaldada por SoftBank), ofrece menos posibilidades de chantaje. Sin embargo, la acción del Comité contra Kunlun envía otra señal de que las empresas chinas no son confiables. Esto solo podría empeorar las tensiones comerciales y de inversión.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son propias. La traducción, a cargo de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías
La agenda de Cinco Días
Las citas económicas más importantes del día, con la información clave y el contexto necesario para comprender su alcance