El FC Barcelona está experimentando el impacto directo del coronavirus en su balance financiero, como resultado de la pérdida de ingresos y las cuentas ya tensionadas debido a su elevada deuda y al alto porcentaje de su facturación destinado a los salarios de sus equipos deportivos.
Según su informe financiero, el club catalán muestra un déficit de liquidez de 602 millones de euros, derivado de la diferencia entre sus deudas a corto plazo de 970 millones y sus activos corrientes de 368 millones. En resumen, no tiene suficientes recursos a un año vista para cumplir con sus deudas a corto plazo, lo que indica una importante falta de liquidez. En comparación, en empresas del sector de la distribución es común ver déficits de liquidez, pero esto se debe a sus operaciones de cobros y pagos que generalmente no afectan su liquidez. En el caso del Barcelona, esos 600 millones representan casi el 85% de sus ingresos de la temporada pasada.
Sin embargo, la auditora EY no hace ninguna observación en su informe sobre la solvencia del club. Según el informe financiero recién publicado, aunque esta situación «podría plantear dudas sobre la aplicación del principio de empresa en funcionamiento», el FC Barcelona aplica este principio en sus cuentas porque considera que cuenta con suficientes elementos mitigantes que garantizan la viabilidad del club.
Por ejemplo, explican que 236 millones de esas deudas «no representan obligaciones financieras» para el grupo. Estos son principalmente importes facturados pero no devengados, así como anticipos por contratos en el ámbito comercial y audiovisual.
En cualquier caso, esta situación pone de relieve la delicada situación financiera del club, ya que han aumentado considerablemente su deuda a corto plazo: esos 970 millones son un 41% más altos que el año anterior.
Deuda neta
El FC Barcelona declara una deuda neta de 488 millones de euros al 30 de junio de 2020, más del doble de la deuda del año anterior. Las deudas a largo y corto plazo suman un total de 820 millones, un 48% más, incluyendo un aumento considerable en las obligaciones a corto plazo [la deuda neta no incluye deudas comerciales]. Estas pasaron de 102 millones a 403 en la última temporada, cuatro veces más, debido a un mayor endeudamiento financiero: los préstamos con entidades de crédito aumentaron a 145 millones y además se utilizaron 117 millones de una línea de crédito que tenía un límite de 146 millones. En la temporada anterior, no fue necesario recurrir a una línea de crédito similar para cubrir sus necesidades de financiamiento.
A largo plazo, las mayores partidas de deuda corresponden a los bonos emitidos por el club por más de 197 millones de euros, que vencen entre 2023 y 2024. Según la memoria, los titulares estadounidenses de estos bonos dieron una dispensa al club respecto al cumplimiento de los ratios requeridos en la emisión hasta el 30 de junio de 2021. Al 30 de junio de 2020, el Barcelona presentaba un ratio de deuda neta sobre ingresos relevantes del 59,7%, sin superar el 100%.
La segunda partida más alta de deudas a largo plazo corresponde a los fichajes, con un total de 196,6 millones de euros. La mayor parte de esta deuda corresponde al fichaje del bosnio Pjanic procedente de la Juventus por más de 57 millones de euros, de los cuales 53 millones son a largo plazo. Esta deuda se compensa con los 60 millones de euros que el club italiano tiene que pagar por el exjugador culé Artur, como resultado de una operación cruzada entre ambos equipos.
Para calcular la deuda neta, el club barcelonista deduce de los 820 millones que suman sus pasivos los montos que le adeudan terceros, además de la liquidez de la que disponía el 30 de junio. En el primer caso, se trata principalmente de pagos pendientes que otros clubes aún deben realizar al Barcelona por transferencias de futbolistas. A corto plazo, estos pagos ascienden a 58,7 millones y a largo plazo, a 108,7 millones. Por otra parte, el Barcelona declaró una tesorería de 164 millones, seis millones más que el año anterior. También es importante destacar que, para el cálculo de la deuda neta, el club culé no tiene en cuenta las deudas comerciales ni otras cuentas por pagar, las cuales se incluyen en la deuda bruta, que ascendía a más de 1.400 millones al 30 de junio pasado.
En el cierre de la temporada, el FC Barcelona registró pérdidas de 97 millones de euros y ingresos de 708 millones de euros, lo que representa un descenso del 16%.
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