Cada día, en España, un millón de trabajadores falta a su puesto de trabajo sin justificación alguna. Este absentismo laboral tiene un costo social y económico para las empresas de más de 13.000 millones de euros, equivalentes al 1,3% del Producto Interior Bruto (PIB), según datos de la patronal CEOE. La tasa promedio de absentismo laboral en el país es de aproximadamente el 5% y se convierte en un obstáculo para mejorar la competitividad de las empresas y un problema estructural que afecta a su organización y a los costos. Cada empleado tiene un costo medio de absentismo de alrededor de 2.500 euros al año.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el total de horas no trabajadas por trabajador en 2009 fue de 250,6, lo que representa el 15,8% de la jornada laboral. Solo el 4,3% de estas horas perdidas se deben a causas ocasionales o sin justificación. La Encuesta de Coyuntura Laboral de la Seguridad Social indica que cada empleado realizó un 4,8% de horas extraordinarias sobre su jornada laboral el año pasado, aproximadamente el mismo tiempo que se perdió debido al absentismo laboral no justificado, siendo más común en empresas de gran tamaño que en las de plantillas más reducidas.
A pesar de que el absentismo laboral se ha moderado debido a la crisis y el miedo a los despidos, la picaresca para engañar al médico o al jefe es una práctica antigua que cada vez encuentra en internet una fuente inagotable de conocimientos e ideas. En los últimos años, han surgido numerosas páginas web, blogs y foros especializados en informar y formar sobre el arte de inventar excusas, simular síntomas y autoinfringir enfermedades. Todo un sistema de falsas bajas se está gestando en la red.
Existen cientos de páginas en internet que ofrecen instrucciones detalladas sobre cómo provocar síntomas y enfermedades. Entre las artimañas para fingir enfermedad se encuentran la combinación de alimentos incompatibles, como comer melón y luego beber leche, o calentar trozos de frutas variadas en el microondas para comerlas calientes, lo que puede provocar fuertes dolores de estómago durante varios días. Otro truco cada vez más popular consiste en colocar una rodaja de cebolla debajo de la axila para provocar una reacción alérgica. Sin embargo, algunas prácticas que circulan en la red pueden presentar riesgos graves para la salud, como comer tiza o inhalar fósforo.
Además, abundan los foros y blogs donde se intercambian consejos y experiencias sobre cómo provocar fiebre, engañar al médico y al Instituto Nacional de Empleo (INEM) o qué hacer si te descubren ante una falsa baja laboral. Incluso hay testimonios de personas que afirman haber engañado a un tribunal médico en algunos foros.
Por si fuera poco, existen empresas como Tucoartada.com, que ofrecen servicios profesionales de falsas coartadas para infidelidades y, según se asegura en algunos foros, también proporcionan esquelas de asistencia a un funeral para poder faltar al trabajo.
Francisco Canals, tertuliano en diferentes programas de televisión y director de la Agencia para la Picaresca, una agencia de noticias especializada en fraudes y estafas, asegura que «internet es un medio ideal para adquirir conocimientos continuos sobre cómo inventar enfermedades». Destaca las ventajas del anonimato, la privacidad y el intercambio de información sin incurrir en delitos.
Según Canals, existen dos perfiles de absentistas que recurren a internet en busca de trucos. En primer lugar, está «el empleado que falta al trabajo de manera espontánea y descarada» que finge dolores de espalda o de cabeza para no trabajar. En segundo lugar, está «el profesional del engaño» que se dedica a estafar a la empresa o a la Seguridad Social para cobrar un subsidio. Sin embargo, según Canals, las grandes empresas son las que más sufren este tipo de prácticas, ya que pasan más desapercibidas que en las pequeñas compañías.
Según el informe «Crecimiento y Productividad» del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), el 50% de las empresas sufre un absentismo laboral de alrededor del 5% y aproximadamente un tercio supera el 6%. Se han registrado centros de producción en los que la ausencia de los trabajadores supera el 10%. Javier Quintana, autor del informe y director de estudios del IEF, afirma que «el nivel de absentismo laboral ha disminuido con la crisis, pero depende de las zonas geográficas». Explica que las empresas de diversos sectores llegaron a la conclusión de que el absentismo laboral aumenta «cuanto más al sur y más cerca del mar».
A nivel sectorial, según datos del Instituto Saratoga de PricewaterhouseCoopers (PwC), en el sector minorista y de ocio, entre 2007 y 2010, el absentismo laboral entre el personal no directivo experimentó un notable aumento, pasando del 4,2% al 6,9%. En los sectores industrial, público y de servicios, se registraron los niveles más altos de absentismo laboral, entre el 5% y el 6%. Sin embargo, en el sector servicios, se ha reducido del 6,6% al 5,1% en estos tres años, lo que representa una disminución del 22,73%.
En relación a los resultados financieros de las empresas, se ha observado una correlación con el índice de absentismo laboral. Aquellas empresas que han experimentado pérdidas presentan mayores tasas de ausencia en comparación con aquellas que han registrado aumentos significativos en su facturación, superando el 20% en relación al ejercicio anterior. Además, se ha notado que en las empresas más pequeñas ha habido una disminución del 14,55% en el absentismo laboral, pasando del 5,5% al 4,7% entre los años 2007 y 2010. Por otro lado, en las empresas más grandes con más de 25.000 empleados, el absentismo laboral ha aumentado del 4,5% en promedio al 5,1%.
Luis Fernando Rodríguez Martín, director de consultoría de Recursos Humanos de PwC, señala que «entre los empleados más jóvenes, el absentismo durante los fines de semana es notablemente mayor que en el resto de días, ya que alegan cualquier excusa para no asistir al trabajo los viernes o los lunes».
Con el fin de frenar el abuso recurrente del absentismo laboral, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) propone que se considere como un despido justificado la falta de asistencia al trabajo durante ocho días en un período de dos meses, incluso si está justificado. El Estatuto de los Trabajadores ya establece que las faltas de asistencia al trabajo, incluso si están justificadas, pueden ser causa de despido procedente cuando alcanzan el 20% de las jornadas hábiles durante dos meses consecutivos o el 25% en cuatro meses discontinuos dentro de un período de 12 meses. Además, el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) propone reducir estos porcentajes al 10% y al 15%, respectivamente.
Según la legislación vigente, hasta el día 15 de una baja laboral es la empresa la encargada de costear la prestación por incapacidad, mientras que a partir del decimosexto día, la responsabilidad del pago recae en el INSS o en la Mutua de Accidentes de Trabajo vinculada a la compañía. Sin embargo, los trabajadores con ausencias laborales suelen aprovechar los primeros tres días de la baja, donde no es necesario presentar un certificado médico a la empresa, ya que la buena fe se considera suficiente para justificar la situación. A partir del cuarto día, es obligatorio obtener un visado médico para confirmar o no la baja laboral. Muchos empleados se aprovechan de este margen de tres días para ausentarse de su trabajo sin tener que dar más explicaciones que una vaga información sobre su supuesta enfermedad.
En este sentido, Quintana afirma que no es necesario recurrir a Internet para obtener una baja laboral de forma fraudulenta, sino que «basta con acudir al médico, decir que uno se encuentra mal y obtener la baja sin mayores problemas». Desde el IEF sugieren modificar el sistema de concesión de bajas laborales de manera que sea gestionado por las mutuas de trabajo (quienes pagan), y no por el sistema de salud (que no asume el costo).
Una encuesta sobre el absentismo laboral realizada por Adecco revela que la principal causa de ausencia es la enfermedad común, donde se ocultan las ausencias laborales no justificadas. Además, Quintana señala que es muy común y fácil obtener una baja por depresión. Los trabajadores con cargas familiares, especialmente mujeres, tienden a ausentarse más del trabajo, lo que podría indicar que la falta de políticas de conciliación por parte de las empresas es uno de los principales motivos que lleva a los empleados a ausentarse de sus puestos de trabajo, según explica Adecco.