Este viernes, legisladores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos han presentado un conjunto de cinco proyectos de ley, respaldados tanto por demócratas como republicanos, que requerirían que Amazon, Apple, Facebook y Google modifiquen sus prácticas comerciales, según informó la CNBC. Según un informe del Wall Street Journal anteriormente, estas medidas podrían obligar a Amazon y otras grandes empresas tecnológicas a dividirse en dos compañías o vender partes de sus negocios.
Los proyectos de ley presentados representarían un importante cambio en la ley antimonopolio del país y dificultarían que las «big tech» completen adquisiciones que consoliden su dominio en el mercado. Además, estas medidas les prohibirían tener negocios que presenten conflictos de interés evidentes. El objetivo principal es reducir el poder de las compañías tecnológicas más grandes, como Amazon, Google, Facebook y Apple, y poner fin a las presuntas prácticas monopolísticas que según los congresistas, limitan la competencia e inhiben la innovación.
Uno de los proyectos de ley más destacados es la «Ley de finalización de los monopolios de plataforma», que prohíbe a los operadores de plataformas poseer o controlar líneas de negocio que puedan generar conflictos de interés inevitables. Esta ley tendría un impacto significativo en empresas como Amazon, Apple y Google, ya que estas operan plataformas que incluyen productos propios que compiten con los de otros vendedores o desarrolladores que dependen de sus servicios. Amazon, por ejemplo, ha sido ampliamente criticada por utilizar los datos de los vendedores en su plataforma para favorecer sus propios productos.
Las nuevas leyes solo se aplicarían a empresas con una capitalización de mercado superior a los $600,000 millones y con más de 500,000 usuarios activos al mes, según lo señalado por el Wall Street Journal. Estas condiciones se dirigen directamente a las grandes empresas tecnológicas como Apple, Amazon, Facebook y Google. Microsoft también cumpliría con estos requisitos, pero la compañía no ha sido objeto de investigaciones recientes por parte de las autoridades de competencia estadounidenses.
Dos de los proyectos de ley adicionales prohibirían que las plataformas dominantes otorguen ventajas a sus productos y servicios sobre los de sus competidores en sus plataformas, además de transferir la carga de la prueba a las «big tech» en casos de adquisiciones para demostrar la legalidad de las mismas (en lugar de que el Gobierno demuestre que reducirán la competencia). El objetivo de estas leyes sería evitar que las grandes empresas tecnológicas adquieran potenciales competidores. Los congresistas han criticado especialmente la aprobación de la compra de WhatsApp e Instagram por parte de Facebook, ya que esto le permitió consolidar aún más su poder en las redes sociales.
Los cuarto y quinto proyectos de ley obligarían a las plataformas dominantes a mantener ciertos estándares de portabilidad e interoperabilidad de datos, lo que permitiría a los consumidores transferir sus datos de una plataforma a otra. Además, aumentarían las tarifas que las empresas pagan para notificar a la Comisión Federal de Comercio y a la División Antimonopolio del Departamento de Justicia sobre fusiones importantes, con el objetivo de recaudar fondos para estas agencias.
Después de conocerse la noticia, las acciones de Amazon, Facebook y Google apenas sufrieron cambios significativos. Las acciones de Amazon cayeron un 0,38%, las de Facebook un 0,63% y las de Google un 0,35%. En cambio, las acciones de Apple incluso subieron ligeramente un 0,82%. La legislación propuesta deberá ser aprobada tanto por la Cámara de Representantes controlada por los demócratas como por el Senado, donde probablemente se necesitará apoyo republicano.
«En este momento, las grandes tecnológicas no reguladas tienen demasiado poder sobre nuestra economía», señaló David Cicilline, el presidente demócrata del subcomité antimonopolio de la Cámara de Representantes de EE. UU. Además, agregó que estas gigantes tecnológicas «tienen la capacidad única de elegir ganadores y perdedores, destruir pequeñas empresas, aumentar los precios a los consumidores y dejar a las personas sin empleo».
Estas medidas se presentan después de que los ejecutivos clave de Amazon, Apple, Facebook y Alphabet (la empresa matriz de Google) fueran interrogados el verano pasado por el Congreso debido a posibles abusos de posición dominante en diversos mercados digitales. Según un informe del comité del Congreso liderado por los demócratas, estas empresas «abusan de su poder al cobrar tarifas exorbitantes, imponer contratos opresivos y extraer valiosos datos de las personas que dependen de ellos».
Los argumentos de los CEOs de Amazon, Facebook, Apple y Google, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Tim Cook y Sunday Pichai, en los que invocaron el sueño americano, su papel como grandes empleadores y su contribución a la economía, no han tenido mucho impacto entre los legisladores estadounidenses.
Si bien los congresistas reconocen que las grandes empresas de tecnología han traído beneficios a la sociedad al desafiar el status quo, muchos consideran que su dominio actual tiene un costo muy alto al convertirse en un tipo de monopolio que se asemeja a los magnates del petróleo y los ferrocarriles del pasado. Aseguran que estas empresas controlan el mercado mientras compiten en él y establecen las reglas para los demás.
El hecho de que los cinco proyectos de ley cuenten con el apoyo tanto de demócratas como de republicanos muestra la preocupación que ambos partidos sienten hacia el poder que están acumulando estas empresas tecnológicas.
El profesor Enrique Dans, del IE Business School, señala en su blog que la regulación de las grandes empresas de tecnología es un tema extremadamente complejo, ya que controlar los abusos implica reducir las opciones que ofrecen a los usuarios, lo cual puede hacer que las leyes que los regulan sean impopulares. Además, destaca que los usuarios suelen tener una mentalidad enfocada en el corto plazo y la funcionalidad, en lugar de la competitividad o la sostenibilidad a largo plazo de las industrias, lo cual a veces cuestiona las decisiones de los reguladores.
Dans menciona que la idea de regular de manera más estricta a las grandes empresas tecnológicas estaba en el programa electoral de Joe Biden, y destaca cómo el presidente de los Estados Unidos ha incorporado a su gabinete a académicos y activistas que apoyan esta regulación. También resalta el apoyo que ha encontrado en las filas republicanas, lo cual demuestra una corriente a favor de una regulación a nivel mundial, como también lo demuestran acciones tomadas por la Unión Europea y recientemente por el gobierno chino.
«Si unimos esta tendencia al reciente acuerdo del G7, que buscará limitar las prácticas de optimización fiscal agresiva que llevan a cabo estas empresas, además de muchas otras multinacionales de diferentes industrias, tenemos un panorama bastante complicado para estos imperios que se formaron en las últimas décadas. Y según este profesor, «es muy posible que esto sea algo positivo tanto para los usuarios como para la competencia y la innovación».
La agenda de Cinco Días
Las citas económicas más importantes del día, con las claves y el contexto para comprender su alcance.