Ya sea por dificultades económicas o porque necesitemos obtener un préstamo para un proceso importante, siempre hay la posibilidad de hipotecar un terreno o propiedad para lograrlo. A continuación, te proporcionaremos la lista de requisitos para hipotecar un terreno y parte del proceso que debes seguir para hacerlo de manera sencilla.
¿Qué significa hipotecar un terreno o propiedad?
La hipoteca o el proceso de hipotecar es un acuerdo legal entre un prestamista y nosotros, mediante el cual solicitamos un préstamo poniendo como garantía de pago una propiedad o terreno que tenga un valor equivalente a la cantidad que estamos solicitando.
Es importante tener en cuenta que al hipotecar una propiedad por una cantidad de dinero, este préstamo puede estar sujeto a un interés, el cual será determinado por el prestamista. Este proceso tiene sus propios beneficios y regulaciones que debemos seguir al pie de la letra.
¿Qué requisitos necesito para hipotecar un terreno?
Si bien es importante tener en cuenta que se deben entender las diferencias entre conceptos y diferentes tasas de prestación en cada uno de los prestamistas que encontraremos en Perú, aquí te proporcionaremos algunos de los requisitos necesarios para hipotecar un terreno:
- Tener el título de propiedad del terreno.
- Contar con la partida registral obtenida en el SUNARP mediante la «Consulta Propiedad de la SUNARP».
- Ser mayor de edad legal (18 años) y no tener más de 64 años de edad.
- Tener el documento para el tratamiento de garantía y el comprobante de pago de impuestos y servicios.
- Presentar documentación que pruebe el salario mensual y nivel de ingresos que sean adecuados para pagar el préstamo.
- Tener antigüedad laboral.
Tener un buen historial crediticio tanto en el prestamista como en la entidad bancaria que solicite la hipoteca. Es importante tener en cuenta que aquellos que hayan tenido deudas con tarjetas de crédito y las hayan pagado puntualmente tendrán prioridad ante cualquier entidad crediticia.
¿Cómo hipotecar un terreno?
Una vez que cumplamos con todos los requisitos necesarios para hipotecar nuestro terreno, debemos seguir tres pasos sencillos para completar el trámite.
Hacer comparaciones entre las opciones y precalificar.
Aunque existe una amplia lista de prestamistas y entidades bancarias que pueden ayudarnos a hipotecar un terreno a nuestro nombre, debemos tener en cuenta que no todos ofrecerán la misma cantidad de impuestos y el mismo método de pago. Es importante que hagamos una evaluación exhaustiva de las mejores opciones y elijamos la que más nos convenga.
Solicitar préstamos y ser evaluado por la entidad prestamista.
Una vez que hayamos seleccionado el banco, las cajas de ahorro o las fintech, podemos solicitar la hipoteca. Es importante que el asesor evalúe nuestro perfil financiero, así como la autenticidad del título de propiedad, el historial registral y los planos de urbanismo de nuestro terreno.
En caso de que nuestro trámite sea aprobado, la entidad elegida debe realizar una tasación para verificar el valor exacto de nuestro terreno.
Firma del contrato hipotecario.
Una vez que se hayan completado todos los trámites de valoración y demás procesos en la entidad que nos proporcionará el préstamo, procederemos a firmar el contrato en una notaría. Se recomienda leer detenidamente todo el contrato y sus especificaciones, ya que quedará registrado en el SUNARP.
De igual manera, es importante tener en cuenta que una vez adquirida la hipoteca, aparecerá en los documentos de la propiedad hasta que se cancele por completo y se notifique al notario.
¿Qué debemos tener en cuenta?
Al momento de hipotecar nuestro terreno, debemos tener en cuenta algunas particularidades. En caso de tener un proyecto, un negocio o una emergencia que requiera una suma importante de dinero, hipotecar nuestra casa puede ser una buena opción, siempre y cuando podamos cumplir con los pagos correspondientes.
Es importante tener en consideración que obtener una hipoteca implica una gran responsabilidad y es necesario reflexionar cuidadosamente antes de solicitarla. No cumplir con los pagos de la hipoteca puede llevar a perder la propiedad respaldada como garantía. Afortunadamente, gracias a la garantía hipotecaria y las tasas de interés bajas, no debería haber dificultades para cumplir con los pagos.