Los mayores filántropos: Cómo pedir donaciones a millonarios

Calcular la cantidad de dinero destinado anualmente a donaciones filantrópicas a nivel mundial no es una tarea sencilla, ya que muchas de ellas son realizadas en el ámbito privado. Según National Philantropic Trust, una organización independiente de EE. UU. que canaliza donaciones dentro del país, las aportaciones realizadas en territorio estadounidense en 2015 alcanzaron los $373.000 millones de dólares ($360.000 millones de euros al cambio actual). Sin embargo, la cifra a nivel mundial todavía es desconocida.

Lo que sí se conoce es cómo las grandes fortunas del mundo, aquellas que poseen al menos $30 millones de dólares, realizan donaciones y a qué causas. Según la consultora especializada Wealth-X, en 2015 había 212,615 personas con este perfil, que en conjunto tenían una riqueza de $30 billones de dólares. De esta manera, el 0,004% de la población adulta mundial controla el 12% de la riqueza global.

Los principales filántropos

Bill Gates es uno de los principales filántropos, habiendo destinado alrededor de $27.000 millones de dólares, que representan el 32% de su fortuna, a acciones filantrópicas a lo largo de su vida. Esto lo realiza a través de la Fundación Bill y Melinda Gates, enfocada en el desarrollo agrícola, la creación de bibliotecas y la lucha contra la pobreza urbana.

Warren Buffet, por su parte, ha destinado aproximadamente el 35% de su fortuna, equivalente a unos $21.500 millones de dólares, a la filantropía a lo largo de su vida. En 2006, decidió vincular el 85% de su riqueza a la Fundación Bill y Melinda Gates.

George Soros ha donado cerca de $8.000 millones de dólares a lo largo de su vida y es el presidente de la Open Society Foundations.

De todos los súper millonarios, Wealth-X estima que solo el 8,7% de ellos, es decir, alrededor de 18.500 personas, pueden considerarse como grandes donantes, ya que han aportado más de $1 millón de dólares a causas benéficas de su elección a lo largo de su vida. Este 8,7% de las personas más ricas del mundo se diferencia del resto al tener una fortuna que duplica la de los demás, con un promedio de $300 millones de dólares cada uno. De esta cantidad, el 29% se encuentra en activos líquidos, de donde se originan los recursos para sus donaciones filantrópicas. Wealth-X estima en $29,6 millones de dólares, casi 29 millones de euros, el valor total de las donaciones que estas personas realizan a lo largo de su vida. Además, el 90% de ellos son hombres con una edad promedio de 61 años y el 69% ha construido su fortuna a través de negocios exitosos, no mediante herencias.

Esto explica en gran medida el destino de la mayoría de las donaciones. El ámbito educativo es el que recibe la mayor parte de los recursos de esta élite de ricos, en el 47% de los casos. Dentro de este ámbito, la educación superior es la principal beneficiaria debido a que los filántropos estadounidenses, que son los más numerosos del mundo, se centran en apoyar las universidades del país. Según los autores del informe, «aquellos que han creado su fortuna a través de su emprendimiento y negocios tienden a enfocarse en la educación, ya que consideran que es una de las formas más directas de brindar igualdad de oportunidades a las personas». El 20% de las donaciones se destina al ámbito de la salud, mientras que el 10% se destina a las artes, la cultura y las humanidades. Se espera que la cantidad de donantes alcance los 27.000 en 2020, si el crecimiento de los multimillonarios a nivel mundial continúa siendo estable.

La forma tradicional de canalizar estas donaciones ha sido a través de fundaciones sin ánimo de lucro. Dos de los tres principales filántropos del mundo, Bill Gates y George Soros, así lo hacen. El tercero, Warren Buffet, lo hace a través de la Fundación del fundador de Microsoft. Sin embargo, la llegada de las grandes fortunas provenientes del sector tecnológico, que generalmente son personas más jóvenes, ha generado una visión diferente. Un ejemplo de esto es Mark Zuckerberg, quien creó The Chan Zuckerberg Initiative, una organización que funciona como una sociedad de responsabilidad limitada, lo que le brinda un mayor control sobre el destino de sus fondos y una mayor libertad de acción. Otras alternativas incluyen los fondos de donantes, que son fondos de inversión liderados por organizaciones benéficas, y las inversiones de impacto social, que esperan un retorno económico a través de la inversión de fondos para mejorar un determinado entorno.

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