Como se sabe, la regulación contable española ha experimentado una importante modernización en los últimos años, adaptándose en gran medida a las Normas Internacionales de Información Financiera emitidas por el IASB y adoptadas por la UE. Esta normativa internacional tiene una aplicación directa en los estados financieros consolidados de las empresas que cotizan en bolsa en algún país de la UE, incluyendo España.
Uno de los aspectos que más ha cambiado en esta nueva regulación contable es el tratamiento de los instrumentos financieros sujetos a un modelo mixto, que comprende principalmente el costo amortizado y el valor razonable, e incluso la contabilidad de coberturas en algunos casos.
Este nuevo concepto de instrumentos financieros incluye todos los activos y pasivos financieros en un sentido amplio. No solo se refiere a las operaciones tradicionales consideradas como activos y pasivos financieros, sino que también abarca los fondos de tesorería y todas las cuentas por cobrar y pagar, tanto las generadas por operaciones comerciales como las no comerciales. Además, el concepto de instrumento financiero también incluye los derivados, considerando los derivados con una valoración positiva como activos financieros, y los derivados con una valoración negativa como pasivos financieros.
En la nueva regulación, los activos y pasivos financieros, que cumplen ciertos requisitos, se tratan de la siguiente manera:
- Los activos financieros destinados a la cartera de negociación (compras y ventas frecuentes) se presentan a su valor razonable con cambios en resultados. Esto incluye todos los derivados con una valoración positiva.
- Los títulos representativos de deuda cotizados, que la empresa tiene la intención y la capacidad de mantener hasta el vencimiento, se reconocen inicialmente a su valor razonable más los gastos de adquisición. Posteriormente, se registran a costo amortizado, reducido por cualquier deterioro.
- Los clientes y otras cuentas por cobrar, tanto comerciales como no comerciales, se reconocen inicialmente a su valor razonable más los gastos iniciales, si los hay. Posteriormente, se registran a costo amortizado. Sin embargo, las cuentas por cobrar que no tienen un tipo de interés expreso, vencimiento inferior a un año y sin un impacto significativo de intereses implícitos, pueden presentarse a su valor nominal. En todos los casos, se realiza una deducción por deterioro.
- Los títulos de renta fija o variable que no se clasifican en las categorías anteriores se reconocen inicialmente a su valor razonable más los gastos de adquisición. Posteriormente, se registran a valor razonable con cambios en el patrimonio neto hasta el momento de la venta, momento en el cual esos cambios se transferirán de patrimonio neto a resultados. Si una parte o la totalidad del cambio de valor razonable se debe a un deterioro, este cambio debe aplicarse de inmediato a los resultados.
- Las inversiones en empresas del grupo (principalmente aquellas que tienen más del 20% del capital social) se presentan a su costo de adquisición más los gastos de compra, menos cualquier posible deterioro.
- Los pasivos financieros destinados a la cartera de negociación (cancelaciones frecuentes antes del vencimiento) se presentan a su valor razonable con cambios en resultados. Esto incluye todos los derivados con una valoración negativa.
- Los proveedores y otras cuentas por pagar, tanto comerciales como no comerciales, se reconocen inicialmente a su valor razonable menos los gastos iniciales, si los hay. Posteriormente, se registran a costo amortizado. Sin embargo, las cuentas por pagar que no tienen un tipo de interés expreso, vencimiento inferior a un año y sin un impacto significativo de intereses implícitos, pueden presentarse a su valor nominal.
- En algunos casos (principalmente cuando se justifica que se evita una asimetría contable o para instrumentos híbridos no separados), la empresa puede aplicar la opción de valor razonable a activos y pasivos financieros específicos. En ese caso, se presentan de la misma manera mencionada anteriormente para la cartera de negociación.
- Cumpliendo los requisitos establecidos en las normas, cuando existe un instrumento financiero de cobertura, generalmente un derivado, cuyos cambios en valor razonable o flujo de efectivo compensan adecuadamente los cambios en sentido opuesto de un elemento del balance, un compromiso no reconocido o una transacción futura altamente probable (denominados partidas cubiertas), se establecen criterios especiales de contabilización que la empresa puede aplicar desde el principio, con el objetivo de reducir la volatilidad de los resultados.
Todas estas novedades han requerido la actualización de los documentos emitidos por la Comisión de Principios y Normas Contables de AECA. Algunos de ellos, como los relacionados con Clientes, deudores y otras cuentas por cobrar y Proveedores, acreedores y otras cuentas por pagar, ya han sido actualizados. Otros documentos, como Inversiones financieras, Pasivos financieros y Futuros y opciones sobre existencias, están siendo revisados. Además, se emitirán nuevos documentos relacionados con la amplia temática de los instrumentos financieros, como es el caso de las Coberturas contables.
Felipe M. Herranz Martin es miembro de la Comisión de Principios y Normas de Contabilidad de AECA y miembro del User panel working group del EFRAG.
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