El yen ha experimentado una caída por debajo de las 150 unidades por dólar, un nivel que no se veía desde agosto de 1990. A pesar de los esfuerzos del Banco de Japón por detener esta caída, la divisa japonesa continúa debilitándose, lo que llevó a una intervención en el mercado el mes pasado. En lo que va del año, el yen ha retrocedido un 23% frente al dólar.
Desde los máximos alcanzados en 2011, la divisa japonesa ha experimentado una depreciación del 50% frente al dólar. Este debilitamiento ha sido impulsado por la diferencia en las tasas de interés entre la Reserva Federal y el Banco de Japón, y ha llevado a un aumento en los rendimientos de los bonos de Estados Unidos. Actualmente, el rendimiento del bono a diez años es del 4,15%, mientras que la rentabilidad del bono japonés en el mismo plazo es del 0,25%.
La próxima semana, el Banco de Japón llevará a cabo una reunión para analizar la evolución de su política monetaria. Hasta ahora, los responsables del banco central han descartado la posibilidad de subir las tasas de interés como medida para frenar el debilitamiento de la economía.
El Banco de Japón ha anunciado una compra de bonos de emergencia por un total de 250.000 millones de yenes (aproximadamente 2.380 millones de dólares) en dos tramos: uno para vencimientos entre 10 y 20 años y otro para deuda con plazos de cinco a diez años. Estas operaciones forman parte de las medidas de estímulo económico para la economía japonesa, y tienen como objetivo limitar el aumento de los rendimientos de la deuda soberana, manteniéndolos en el 0,25%.
«El Banco de Japón se enfrenta a la elección de controlar la curva de rendimiento o luchar contra la debilidad del yen», afirmó Kristoffer Kjaer Lomholt, jefe de investigación de divisas de Danske Bank, en declaraciones a Bloomberg. Agregó que «por el momento, la preferencia revelada indica una preferencia por mantener el control de la curva del yen». Desde La Française AM señalan que «la intervención en la compra de yenes no ha logrado detener su depreciación. En agosto de 1998, la divisa japonesa llegó a casi 148 yenes por dólar, incluso después de que las autoridades estadounidenses se unieran al Banco de Japón en la compra de yenes. Además, en un contexto de incertidumbre económica, monetaria y geopolítica, el dólar se mantiene fuerte».
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