Elon Musk adquiere Twitter: la agenda de Cinco Días revela los detalles

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El empresario Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, ha confirmado este jueves su adquisición de Twitter, asegurando que lo hace «por el futuro de la civilización». Este anuncio llega horas antes de la fecha límite dada por el tribunal de Delaware para cerrar la operación y evitar una batalla legal tras la demanda presentada por la plataforma tecnológica, la cual busca que Musk cumpla con los términos acordados en abril durante la oferta pública de adquisición (OPA).

Después de la publicación del mensaje, las acciones de la compañía, que han aumentado un 65% desde julio, subieron más de un 1% alcanzando los 53,96 dólares, acercándose al precio de la oferta de Musk de 54,20 dólares por acción.

Mediante Twitter, Musk se ha dirigido a los anunciantes de la red social con el objetivo de aclarar las razones detrás de esta adquisición de 44.000 millones de dólares. Musk indica que su mensaje busca abordar las especulaciones erróneas que existen sobre las motivaciones de esta compra. La noticia se produce después de que The Wall Street Journal informara que muchos anunciantes estaban preocupados por los planes supuestamente destinados a reducir la moderación del contenido en Twitter y posibles conflictos de intereses con la publicidad de automóviles, ya que Musk también es el CEO de Tesla. Algunos anunciantes incluso temían que Musk eliminara por completo la publicidad en la plataforma.

En el mensaje, Musk afirma que compró Twitter porque considera que es importante para el futuro de la civilización tener un espacio digital público donde se pueda debatir de manera saludable y sin recurrir a la violencia, incluyendo una amplia gama de creencias. Además, advierte sobre el peligro de que las redes sociales se inclinen hacia posturas extremas, generando más odio y división en la sociedad. Musk destaca que Twitter no puede convertirse en un lugar donde haya enfrentamientos sin consecuencias y donde se pueda decir cualquier cosa sin responsabilidad.

En su opinión, muchos medios tradicionales han fomentado posturas extremas en busca de más clics, pero a cambio se ha perdido la oportunidad de tener un diálogo constructivo. Por tanto, Musk adquiere Twitter con el objetivo de ayudar a la humanidad y evitar que la plataforma sea invadida por discursos de odio e información errónea. Asimismo, Musk explica que cree en la publicidad bien hecha, ya que puede ser atractiva, entretenida e informativa.

Musk defiende que Twitter tiene como objetivo principal convertirse en la plataforma publicitaria más respetada del mundo y promete impulsar las marcas y las empresas. Agradece a todos los que se unan a su proyecto y concluye su mensaje deseando construir algo extraordinario juntos. Aunque no se ha anunciado oficialmente el cierre de la adquisición, se espera que esto suceda mañana viernes.

En los últimos días, Musk ha dejado varias pruebas que indican que la operación está cerca de concretarse. Entre ellas, se destaca un video en el que el hombre más rico del mundo lleva un fregadero a las oficinas de Twitter en San Francisco. Además, el miércoles modificó su biografía en Twitter, donde se autodenominó como «Jefe Twit», insinuando que él sería el máximo responsable de la compañía. Según Reuters, los abogados de Musk también enviaron la documentación necesaria a los coinversores para finalizar el acuerdo. Entre los inversores se encuentran Sequoia Capital, Binance y Qatar Investment Authority.

Uno de los aspectos críticos para que Musk no abandonara la OPA era asegurar la financiación necesaria. El magnate se ha comprometido a aportar 46.500 millones de dólares entre capital y deuda. Según se ha informado hasta el momento, Morgan Stanley y Bank of America proporcionarán 13.000 millones para financiar la deuda y respaldar el acuerdo. Además, inversores de capital como Larry Ellison, cofundador de Oracle, y el príncipe saudí Alwaleed Bin Talal, contribuirán con 7.100 millones de dólares. Se espera que el efectivo se deposite en fideicomiso hoy jueves.

El mercado estará muy atento en las próximas horas a los aspectos financieros de la operación. Sin embargo, la adquisición de Twitter tiene un impacto que trasciende el ámbito económico. Es bien sabido el impacto social y político que tiene esta plataforma, la cual ha sido por muchos años una de las fuentes de noticias más populares en el mundo, aunque también ha sido fuente de noticias falsas. Elon Musk, con 110,1 millones de seguidores, se ha convertido en un provocador de debates a través de esta plataforma.

Hay muchas incógnitas que surgen ahora y algunas podrían ser resueltas cuando se anuncie oficialmente la compra. Musk deberá aclarar si planea despedir al 75% de los empleados de Twitter, que son alrededor de 7.500 personas, como se informó recientemente en The Washington Post. También deberá aclarar si reemplazará al actual CEO de la red social, Parag Agrawal, a quien ha insultado públicamente desde hace meses. Otras cuestiones a las que el empresario impulsivo deberá responder incluyen cómo planea abordar el problema de las cuentas falsas en Twitter, algo que anteriormente mencionó como una de las razones por las que quería cancelar la operación; cómo combatirá la disminución de la publicidad y la pérdida de usuarios y marcas en la red social debido a los ataques de odio que se producen en ella.

La lista de preguntas es larga. Otra pregunta importante es cómo planea Musk motivar a los empleados desanimados y en muchos casos, que se oponen a que él tome el control de la compañía después de los ataques que ha lanzado hacia ella. Pocos olvidan el emoticón de un excremento lanzado por Musk expresando su desprecio hacia la dirección de Twitter, o los tweets en los que el magnate se preguntaba si «¿Se estará muriendo Twitter?».

La red social nunca ha sido ágil en el desarrollo de productos a pesar de su influencia global, pero la incertidumbre en la que ha estado sumida en los últimos meses, donde Musk ha dicho que la compraría y al mismo tiempo lo contrario, la ha dificultado. El fundador de Tesla ha dicho que Twitter necesita cambios significativos y que está pagando demasiado por ella.

Según un memorando interno visto por Financial Times, este viernes, Musk, de 51 años, planea dirigirse a los empleados de la red social. Es muy probable que, si se le da la oportunidad, le pidan que aclare muchas de las incógnitas.

El empresario, en un momento en que el negocio publicitario está en declive debido a la situación macroeconómica (como se ha visto en los resultados presentados por Google y Meta), quiere aumentar los ingresos y renovar el modelo de suscripción de Twitter, conocido como Twitter Blue, para reducir su dependencia de la publicidad. Todo indica que Musk quiere convertir a la red social en una superapp al estilo de WeChat en China, que comenzó como un servicio de mensajería y que hoy ofrece prácticamente de todo: comercio electrónico, servicios de salud, pagos, chats de video, entre otros.

La agenda de Cinco Días

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