A la hora de emprender un negocio, es común tener dudas sobre el tipo de empresa que se desea establecer. ¿Es mejor optar por una empresa autónoma, una empresa asociada o una empresa vinculada? Esta pregunta surge en la mente de muchos emprendedores. En el portal creatuempresa.org se explican las diferencias entre estas opciones para facilitar la elección adecuada.
Una empresa autónoma es aquella que opera de manera completamente independiente. Puede o no tener participación en otras empresas, pero en caso de tenerla, esta participación no debe superar el 25% del capital o de los derechos de voto.
En las empresas autónomas existe la posibilidad de que los inversores superen el 25% de participación, aunque no lleguen al 50%. En este caso, los inversores pueden ser sociedades públicas de participación, universidades o centros de investigación con fines lucrativos, inversores institucionales o autoridades locales autónomas con un presupuesto anual inferior a los 10 millones de euros y una población inferior a los 5.000 habitantes.
Por otro lado, las empresas asociadas son aquellas que poseen una participación igual o superior al 25% del capital o de los derechos de voto de otra empresa, siempre y cuando la empresa en cuestión también posea una participación igual o superior al 25% en la empresa asociada. También se considera una empresa asociada si no está vinculada a otra empresa, es decir, si los derechos de voto en la otra empresa no superan el 50%.
En cambio, las empresas vinculadas son dos o más empresas que tienen una relación establecida entre ellas. En este caso, una de las empresas puede tener la mayoría de los derechos de voto en la otra empresa. Además, puede tener el poder de nombrar o revocar a la mayoría de los miembros de administración o control de la otra compañía. En las empresas vinculadas, una empresa ejerce cierta influencia y controla la mayoría de los derechos de voto de la otra empresa. Un ejemplo de este tipo de empresa es una filial.
