Al leer sobre el concepto de «capital de trabajo negativo», es comprensible que muchos empresarios se preocupen, ya que todos queremos que nuestras empresas sean exitosas y tengan una situación financiera óptima. Lamentablemente, esto no siempre es posible, por lo que es importante contar con herramientas que nos orienten sobre cómo está funcionando nuestro negocio. Pero, ¿es necesariamente malo tener un capital de trabajo negativo?
Entendiendo el concepto de capital de trabajo
Para entender mejor el concepto de capital de trabajo, recordemos que se refiere a los recursos que una empresa tiene en la actualidad para financiar sus necesidades operativas y cumplir con sus obligaciones financieras.
CONSIGUE CAPITAL DE TRABAJO A PESAR DE ESTAR EN EL REPORTE DE INFOCORP
Las empresas tienen la responsabilidad de cubrir diferentes cuentas en plazos cortos, como el pago a empleados, la adquisición de insumos o la reposición de activos, entre otros. Estos pagos son esenciales para mantener el funcionamiento sin problemas.
Por supuesto, esto implica que se necesitan recursos líquidos, ya sea en efectivo o que puedan convertirse en efectivo. Sin embargo, las deudas a corto plazo a veces no se consideran como parte del capital de trabajo, por lo que el cálculo neto se basa en los activos corrientes y los pasivos corrientes.
Al realizar este cálculo, los resultados pueden variar y se puede determinar si el capital de trabajo es negativo, positivo o cero. Independientemente del resultado, esto puede influir de diferentes maneras en las finanzas de la empresa.
Debido a esto, es común tener en cuenta el capital de trabajo para evaluar cómo la empresa ha administrado sus responsabilidades financieras a corto plazo.
Efectos del capital de trabajo negativo en la empresa
Un capital de trabajo negativo se produce cuando los pasivos corrientes de una empresa superan a sus activos corrientes. Esta situación puede tener varios efectos en la empresa.
En las empresas en las que se realiza un pago considerable en efectivo o donde una buena parte de los créditos se destina a pagar cuentas, también puede reflejarse un capital de trabajo negativo.
Al igual que el capital de trabajo en general, el negativo está estrechamente relacionado con la situación actual de la empresa. Se obtiene mediante un cálculo como se ha mencionado anteriormente, donde un resultado con un índice inferior a 1 implicaría que los activos han sido superados por los pasivos.
¿CÓMO GESTIONAR UN CAPITAL DE TRABAJO?
Aunque pueda considerarse como una situación preocupante debido a su nombre «capital de trabajo negativo», no tiene por qué ser necesariamente una señal de alarma, ya que esto dependerá de su duración. Veamos dos variables:
- Temporal: cuando solo se ha presentado por un evento puntual y no se ha extendido en el tiempo. Por ejemplo, al realizar un desembolso de efectivo considerable o al adquirir una gran cantidad de productos. Por lo tanto, se podría decir que es un suceso «normal» que no debe generar preocupación.
- Prolongado: si se ha presentado durante un tiempo muy prolongado, se convierte en un motivo de alarma en la empresa. En este tipo de casos, suele haber una gran dependencia de préstamos y similares para sobrevivir mes a mes.
Sin embargo, más allá de entrar en crisis al conocer el estado de tu capital de trabajo, puedes verlo como una oportunidad para conocer tu situación actual y determinar qué hacer a continuación.
Cero o positivo
Claramente, no solo existe el negativo, ya que pueden haber dos resultados más:
- Capital de trabajo cero: por curioso que parezca, ocurre cuando no hay capital de trabajo. Son aquellos casos en los que los activos y pasivos corrientes tienen la misma cantidad. Un caso que puede generar este resultado es cuando los activos están financiados en su totalidad por los pasivos.
- Capital de trabajo positivo: es lo contrario al negativo, es decir, cuando los activos son mayores que los pasivos corrientes. Lo positivo refleja la fortaleza financiera de la empresa. Sin embargo, debes tener en cuenta que tener demasiado capital de trabajo debido a acciones poco favorables, como retener inventarios no vendidos, es negativo.
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